El mismo día que se cumplen nueve meses de la intervención de la Superintendencia de Servicios Públicos en Air-e,  Nelson Vásquez Torres se posesiona como el cuarto agente interventor.

Vásquez Torres es administrador público, especialista en Gerencia Financiera, magíster en Análisis de Problemas Políticos, Económicos e Internacionales contemporáneos y candidato a doctor en ciencias ambientales.

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Además, ha estado profundamente ligado al Gobierno, siendo jefe de planeación del Dapre y secretario general del Ministerio de Minas y Energía.

La intervención de Air-e

El 12 de septiembre la Superservicios tomó posesión de Air-e, después de que la mesa directiva de la empresa solicitara la intervención porque no tenía flujo de caja y no podía garantizar el servicio en Atlántico, Magdalena y La Guajira.

El primer agente interventor fue Carlos Diago, una apuesta por un nombre local y quien tenía amplia experiencia en el sector.

No obstante, solo duró 43 días en el cargo cuando la Superintendencia tomó la decisión de sacarlo de Air-e, inmerso en varias polémicas locales, sobre todo por el anuncio de eliminar los cobros de terceros en las facturas de energía.

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Con la salida de Diago el Gobierno optó por llevar a una persona muy cercana: Edwin Palma, quien venía de ser viceministro de Trabajo.

Esa fue la primera decisión de Libardo Yanod Márquez, quien recién asumió en la Superservicios tras la salida de Dagoberto Quiroga.

Hasta finales de febrero Palma estuvo en el cargo, cuando aceptó la designación como Ministro de Minas y Energía. 

Palma, una persona vinculada a la lucha sindical, fue reemplazado por Diana Bustamante Rueda, quien se desempeñaba en el área de mercadeo de la empresa.

Solo fueron tres meses en el cargo por parte de Bustamante, quien sale con la empresa aún en crisis. Y sin solución a la vista para mejorar un servicio público vital como la energía.

La deuda que maneja hoy la empresa de servicio público supera el billón y medio de pesos, solo en la época de la intervención. A esto hay que sumarle otros $2 billones que debe la empresa en la anterior administración pasada.

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El Gobierno propuso a los generadores pagar este monto en un plazo de 10 años, pero esto fue rechazado y reiteraron la necesidad de que la Superservicios inyecte dinero.

Y si faltaba algo, el propio Edwin Palma confirmó que Air-e solo tiene energía contratada para este año, es decir, para 2026 no hay garantía para que la empresa pueda acceder a la energía a buen precio.

Sobre estos cambios, Alejandro Castañeda, presidente Ejecutivo de Andeg, dijo que "resulta fundamental que, desde el ente de control, se definan acciones concretas y efectivas que permitan dar respuesta a una problemática que amenaza la estabilidad del sistema eléctrico colombiano, y se avance con el Gobierno Nacional en la gestión tanto de los recursos como de las medidas que se requieren para garantizar la operación en el mercado de comercialización".

El panorama es complejo, lo que lleva a pregunta, ¿la supuesta solución terminó siendo peor que la enfermedad?